Tuki ha pasado por una vida complicada. Hace cuatro años, apareció en un pueblo de Lleida, lleno de cortes y heridas como si lo hubieran utilizado para sparring. Desconfiaba de las personas, atacaba a los perros y mataba gatos de la calle.
Una "persona" lo recogió, y poco a poco Tuki fue confiando en las personas y perros, además, dejó de matar gatos y convivió con algunos.
Hace algo más de un año, esa "persona" volvió a abandonarlo, con la salvedad de que lo hizo en la vivienda, sin comida ni agua.
Tuki vuelve a estar solo, se siente como un paño viejo que nadie quiere y que abandona a la primera de cambio. 
Es muy cariñoso, le encantan los mimos y pide compañía. Es un perro que, por su edad, es tranquilo, pero sigue teniendo alma de cachorro y se apunta a lo que sea necesario para estar junto a su compañero de vida.
Necesita una familia que lo quiera, que no lo vea como su próximo desecho y que le ofrezca una cama calentita y un plato de comida hasta el fin de su vida. Tuki no pide más, el pobre se conforma con poco.
Si quieres adoptar o acoger (urge casa de acogida) a Tuki, ponte en contacto con nosotros. 
¡LA ADOPCIÓN ES TOTALMENTE GRATUITA!