Un rescate intenso

Esa madrugada del 2 al 3 de Noviembre marcó un antes y un después de nuestra Asociación. Una noche fría, tras un duro día de trabajo no iba a quedar así. 

Un estruendo y gritos de auxilio despertaron a los vecinos de la zona. Eran las dos de la madrugada y aquel debastador sonido no era normal. Algo ocurría.
Y así era. El desbordamiento del río Ondara inundó una granja con mas de 3000 cerdos. Sus gritos, sus peleas por salir de allí se oían a metros de distancia.
Ante la negativa de las autoridades en auxiliar a los afectados, APAExóticos tomó la decisión de actuar sin la ayuda de nadie. Ni autoridades, ni vecinos..., ni otras asociaciones que, por supuesto, no sabían de este echo y no había tiempo de comunicarlo.

Dos miembros de la Asociación se metieron con el agua a la cintura para socorrer esos gritos de auxilio. Impactante cuando, al llegar al primer módulo, vimos la situación.
Mas de 200 cerditos luchando por sobrevivir. Mas de 200 gritos de ayuda. Mas de 200 vidas en peligro, sin nada mas que cuatro manos humanas para socorrerlos.
Uno a uno, fuimos sacando a los cerditos y trasladándolos a otro módulo donde el agua no había llegado. Uno a uno, todos los cerditos asustados gritaban y se agitaban, pensando que aquel acto los llevaba a la muerte. Pero... uno a uno, se daban cuenta que su destino era un lugar donde podían tumbarse sin ahogarse. Un lugar calentito donde no morir de hipotermia.
Fueron instensas horas de rescate, dos personas, cuatro manos, con solo la luz de unas tristes linternas.

Entre esos mas de 200 cerditos que luchaban por vivir, había una pequeña rosada siendo pisada por sus compañeros de recinto. Una pequeña que, incluso bajo el agua, encharcándose sus pulmones y en sus últimas fuerzas, luchaba por vivir. Uno de los rescatadores vio la situación y, colándose entre cientos de cerditos asustados, corrió para socorrerla. 
Hubo, por un momento, un gran dilema: ¿Dejar a una persona socorriendo a cientos de cerditos, o dejamos a una cerdita para salvar al resto?
HABÍA QUE INTENTARLO.
Fueron largos minutos de reanimación, pues su cuerpo ya no respondía. Sus pulmones no pedían oxígeno. A ella no le quedaban fuerzas para seguir luchando. Pero, pese al mal pronóstico que se predecía y tras una lucha intensa con ella y sus pulmones anegados, la pequeña volvió en si. Sin fuerzas para mover su cuerpo. Sin voz para pedir ayuda. Pero viva.
El miembro que la socorrió se apresuró a ayudar a su compañero cuando, de pronto, una nariz fría y temblorosa rozó su pierna. Era otra cerdita, la mas pequeña de todos. Una pequeña que, con sus toques de nariz en la pierna humana, pedía un mudo grito de socorro. Su nariz azul, su piel blanca y su cuerpo tembloroso marcaba una hipotermia grave. 
Se dejó coger y posar junto a su compañera reanimada. Ambas dándose un poco de calor mientras que sus rescatadores seguían en la árdua tarea de socorrer al máximo de vidas posible.

Una vez rescatados todos los pequeños y comprobado que los adultos no corrían peligro y, desgraciadamente, que todos los neonatos habían muerto, cogimos a las dos valientes cerditas y nos las llevamos. Fueron mas horas de lucha. Luchando con los pulmones de una, que no respiraba bien y seguía sacando agua. Luchando con la hipotermia de ambas, que temblaban como gelatina. Pero, todas esas horas de lucha fueron compensadas con dos cerditas que, finalmente y tras visita y tratamiento veterinario, salieron adelante.


Esta es la historia de Umi y Pepa
Esta es la historia del mas complejo e intenso rescate de nuestra Asociación.
Esta es la historia... de dos cerditas valientes.
Esta es SU HISTORIA.
 7 cerditos no tuvieron esa suerte. No pudimos llegar a salvarlos. Pero, pese a la triste situación, fueron 7 y no mas de 200.

¿POR QUÉ NO SE QUEDARON CON NOSOTROS?

Umi y Pepa iban a ser nuestras compañeras de lucha, aventuras y progresos. Iban a quedarse con nosotros toda su vida, fuera del peligro, el maltrato, el consumo... Reconocidas por su VALENTÍA, su FUERZA y su LUCHA constantes.
Pero, cuando alguien te dice que no es lo adecuado porque no sabes donde estarás dentro de 2, 5 o 10 años... ¿Que pasará con ellas? 'cuando sean grandes no te las vamos a coger', fueron las palabras que recibimos por parte de la directora del Santuario El Hogar ProVegan, 'son animales que ya tienen un carácter, unas manías y un considerable tamaño dificil de manipular'.
A nuestro entender: ||...al ser pequeñas, su encanto infantil inspiraría la simpatía y la ternura de muchas personas, lo que se traduciría en sustanciosas ganancias||.
Son palabras que duelen mucho, ya que los animalistas de verdad no clasificamos por edad, tamaño, grado de maltrato... directamente, NO clasificamos.
Anteriormente habíamos contactado con Santuario Gaia, que por falta de espacio en esos momentos no podían hacerse cargo de ellas y nos derivaron a ellos.

En ese tiempo de llamadas y conversaciones con los Santuarios, nos enteramos que por fin íbamos a disponer de 3 hectáreas de terreno, junto con algunas edificaciones para la construcción de lo que iba a ser nuestro refugio. Un lugar con espacio suficiente para ellas y los demás rescatados que, temporales o residentes, pasaran por alli. Por suerte, nos dimos cuenta de ciertas circunstancias negativas respecto a ese terreno [tenía órden de embargo, por eso nos lo cedían sin problema]. Esa situación nos hizo pensar en ellas. En el terreno que disponemos nuestras chiquicerditas tenían espacio suficiente mientras fueran pequeñas y adolescentes. La idea era conseguir un lugar mas grande para ellas, pero las dudas surgieron como látigos; Cualquier Asociación puede entrar en quiebra total, tener que disolverla por variedad de circunstancias o, incluso, quedarse sin ese preciado terreno que tanto ayuda, y eso no es impedimento para que cualquier Asociación siga ayudando, recogiendo, rescatando y rehabilitando animales, pese a no saber donde estará dentro de unos años. En el peor de los casos en que una Asociación se disuelva, sus animales son trasladados a otras Asociaciones donde les siguen protegiendo y cuidando, pero... ¿Que iba a pasar con ellas si eso nos sucediera en unos años? Ya nos habían dejado claro que no las iban a aceptar por el tamaño y edad que tendrían para entonces.
Así pues, tomamos la dura decisión de trasladarlas a El Hogar ProVegan ahora que aún eran pequeñas, llamativas y encantadoras. Ahora que, al ser bebés, no iban a ser rechazadas.

Pepa fue rebautizada por El Hogar ProVegan, llamándose ahora Mulán.
Umi conservó su nombre.


*Por la complejidad del rescate no se pudo realizar un documental gráfico de aquella situación. Es de entender que para nosotros era mas importante salvar cuantas mas vidas mejor, antes que pararnos a hacer fotografías y/o vídeos de esa situación.

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