Ya no servían...


Así de simple: Ya no servían.


Ya no servían para una producción constante de huevos.
Ya no servían para contentar a la persona que las poseía.
Ya no servían lo suficiente para seguir ocupando una jaula que podían ocupar otras mas productivas.

Hacinadas en jaulas, privadas de movimientos naturales, la luz del sol o una simple palabra de cariño. Lo único que se esperaba de ellas eran sus huevos. 
'Solo querían quitárselas de encima' para reponer con nuevas gallinas que cumplieran diaremente su puesta de huevos, desgastando sus cuerpos y su salud.

Su destino era incierto. A nadie le importaba que pasaría con ellas. Les daba igual su futuro. Por suerte fuimos informados de esta situación y rápidamente nos hicimos cargo de ellas. Nos hicimos cargo de asegurarles una vida digna en un lugar donde no se las valora por sus puestas, sino por sus vidas y sus derechos.

Conseguimos que las aguantaran hasta construir lo que será su hogar, pero, tras varios avisos de su 'propietario', tuvimos que sacarlas de allí antes de terminarlo.
Eran 6 las gallinas que podíamos sacar, pero 11 fueron finalmente las rescatadas. Sus plumas rotas, sus cuerpos flojos, sucias y estresadas. Ahora empieza su recuperación para ser preciosas gallinas picoteando un suelo firme.
Su vida de explotación se acabó.


Actualmente están en cuarentena, mientras seguimos trabajando en su recinto. 

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